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¿Sabías que hoy es el día mundial del amor?

discutir de manera adecuada

Tiempo de lectura: 5 minutos

El día mundial del amor se festeja desde 2004 con la idea de inspirar a las personas para que expresen su amor a otros, ocasionando una cadena muestras de amor positivas.

Para cualquier tipo de relación siempre será positivo una muestra de afecto, puesto que como bien dice nuestro refranero español: “A nadie le amarga un dulce”.

No obstante, para tener una relación positiva con los demás no podemos limitarnos sólo generar muestras de amor, sino que también es imprescindible el saber gestionar los conflictos y discutir de manera adecuada.

En todas las relaciones surgen diferencias de opiniones, dado que cada persona ha vivido algo distinto que la persona que tiene al lado, en otro momento diferente, con otras ideas e interpretaciones distintas. Por ello sería irreal el pensar que algún día encontraremos a alguien que tendrá las mismas ideas que las nuestras y que jamás será necesario discutir.

En nuestra sociedad está extendido el falso mito de que discutir es negativo para una relación. No obstante, evitar hablar de un problema es tan dañino para la relación que hablarlo de una manera inadecuada. La clave por tanto se encuentra en saber resolver las conflictos de la mejor manera posible.

¿Quieres saber cómo discutir y expresar una opinión de manera adecuada?

A continuación te mostramos algunos puntos clave para que puedas aplicarlos en tus relaciones sociales:

  1. Regula tu activación fisiológica

Cuándo quieres expresar tu opinión de una manera positiva, es importante pensar las cosas con claridad y no actuar por impulso. Esto no será posible si tu nivel de activación corporal es muy elevado, dado que se facilitará la pérdida del control, actuando de tal manera que se antepone la descarga de emociones negativas (a corto plazo) antes que la resolución satisfactoria del conflicto (a medio y largo plazo).

Es por ello importante el estar pendientes a nuestro estado fisiológico e ir comprobándolo antes y durante de la discusión, de tal modo que si nos encontramos demasiado activos, podamos pedir un momento para regular nuestra activación.

¿No sabes cómo hacerlo? Pronto subiremos un artículo sobre la respiración diafragmática para calmar la ansiedad, ¡no te lo pierdas!

  1. Ten presente tu objetivo

Antes y durante la discusión, es positivo que te recuerdes tu objetivo. Si tu meta es el explicar tu punto de vista y llegar a un acuerdo, entonces no será necesario decir cosas que hagan daño a la otra persona.

Para ello es importante pensar con anterioridad la mejor forma de decirlo, pensando no sólo en qué vas a decir, sino también anticipando qué es lo que va a entender la otra persona de eso que tú vas a decir. De este modo será más fácil anticipar futuros malentendidos, y buscar con anterioridad una respuesta adecuada a la situación.

Para llevar a cabo este punto, es útil el preguntarse “para qué”. ¿Para qué le diré eso? ¿Qué va a solucionar que le diga eso? Continúa preguntándote “¿para qué?” antes de contestar, te darás cuenta de que algunas palabras sólo empeoran la discusión y no ayudan a solucionar el problema. Aun cuando no acabes llegando a un acuerdo, tener un objetivo te ayudará a guiar la discusión y a estar contento con tu forma de actuar.

  1. Escucha de manera activa

Sucede que muchas veces estamos más centrados en responder que en escuchar. Cuándo se produce una discusión, seguramente haya sucedido algún daño, ya sea propio, ya sea a la otra persona, o biensea a ambos. Es por tanto probable que las dos personas quieran paliar su dolor mediante la conversación que se está produciendo.

No obstante, como hemos comentado en el punto anterior, es deseable que una discusión sea para mejorar la relación, en lugar de para empeorarla, por lo que es positivo que haya tiempo tanto para tratar los asuntos de la otra persona como los propios.

Al responder de manera defensiva, aunque quizás te sirva para respaldar tus pensamientos o tus acciones, generará en la otra persona mayor sufrimiento e incomprensión, al sentirse cómo que no se está contemplando su punto de vista. Lo mismo sucederá si es la otra persona la que responde de manera defensiva, no escuchando para comprender la manera en la que tú has vivido la situación, sino para responder.

En consecuencia, es adecuado centrarse en escuchar lo que la otra persona tiene que decir, y de igual modo el pedir ser escuchado. De nuevo recordemos que el objetivo de la discusión es comprenderse y llegar a un entendimiento, y no una descarga sobre la otra persona del enfado acumulado, lo que hará más que empeorar la situación.

Una manera de hacer sentir escuchada a la otra persona es la Técnica del parafraseo: Repetir lo que la otra persona ha dicho con tus propias palabras, de tal forma que te puedas asegurar de que has comprendido su mensaje. También puedes pedir a la otra persona que te explique qué es lo que ha entendido de lo que le has expuesto, como un modo de asegurarte de que también se ha entendido tu punto de vista.

  1. Habla en primera persona

El hablar en primera persona es una buena manera de explicar nuestra forma de ver las cosas. Si, en lugar de poner el foco en las acciones de la otra persona, comentas cómo te sientes y cómo piensas tú, evitarás que la otra persona se sienta atacada.

Por ejemplo, en lugar de decir “has llegado tarde, nunca miras por mí” podrías probar a decir “cuando llegas tarde me siento como si no mirases por mí”.

  1. Cierra un tema antes de abrir el siguiente

Suele ser frecuente en las discusiones con otras personas, que cuándo alguien comenta algo que le ha molestado, la otra persona responde con un reproche hacia el otro. Esta respuesta no hace más que desviar el tema inicial de la discusión, y deriva en una serie de reproches mutuos, que poco ayuda a llegar al objetivo inicial de la discusión.

Para evitar seguir esta dinámica, es fundamental no responder con un reproche cuando otra persona nos expresa algo que le ha dolido, que no entiende, o que quisiera mejorar, sino intentar centrase en la cuestión que nos expone esa persona, y cuando esta cuestión está cerrada, abrir nosotros el tema que nos molesta si lo vemos necesario.

Se puede actuar de igual modo si es la otra persona la que nos responde con un reproche, exponiendo que ese tema se puede hablar posteriormente, pero que en este mismo instante has sido tú el que has iniciado la conversación y que te gustaría poder aclarar ese tema antes de abrir otro tema nuevo.

Si estas ideas te han ayudado a llegar a un entendimiento, es positivo el agradecer a la otra persona el haberte escuchado y realzar los cambios positivos que habéis establecido en la conversación.


Sin embargo, es importante mencionar que una relación se trata de dos o más personas, por lo que aún cuando pongas todo de tu parte, es posible que no logres un entendimiento. En ese caso, es positivo recordar que tú has hecho lo que estaba en tu mano, y que seguramente la otra persona no se encuentre en el mismo punto que tú o no sea capaz de cambiar en este momento.

Suceda lo que suceda, poner en práctica estas ideas te ayudará a mejorar tus habilidades sociales y a actuar de un modo más positivo con otras personas.

Comparte para ayudar a otros a discutir de manera más asertiva. ¿Tienes alguna duda? ¿Te gustaría saber más sobre habilidades sociales? Contacta con Clínica de psicología Psilex, estaremos encantadas de escucharte.