Tiempo de lectura: 7 minutos.
¿Alguna vez has tenido una gran oportunidad frente a ti y, sin entender muy bien por qué, has hecho algo que terminó arruinándola? ¿O Quizás has procrastinado justo en el momento en que estabas a punto de lograr algo importante? A esto se le llama autosabotaje, y es algo que puede ser muy frustrante y confuso.
¿Qué es el autosabotaje?
El autosabotaje es un conjunto de comportamientos, pensamientos o actitudes que, aunque en apariencia parecen inofensivos o incluso lógicos, en realidad, te impiden alcanzar tus objetivos. Es como si una parte de ti misma se interpusiera justo cuando estás a punto de avanzar.
Es importante entender que no es simplemente pereza, ni falta de capacidad. En realidad, es un mecanismo de defensa inconsciente que suele surgir como respuesta a miedos, inseguridades o creencias limitantes que llevamos en nuestro interior.
¿Por qué te autosaboteas?
Existen varias causas, pero estas son las más comunes:
1. Miedo al fracaso: muchas veces preferimos no intentarlo en absoluto para evitar la posibilidad de fracasar y demostrar (otra vez) que no vales lo suficiente.
2. Miedo al éxito: porque si tienes éxito, tendrás que mantenerlo… y eso da vértigo.
3. Creencias negativas sobre ti misma: muchas veces, llevamos en nuestro interior pensamientos limitantes como “no soy lo bastante buena”, “esto no es para mí”, “no me lo merezco”.
4. Patrones aprendidos en la infancia: si creciste en un entorno donde era importante agradar a los demás, no destacar o ser perfeccionista puede que hoy te frenes sin darte cuenta.
5. Baja autoestima: cuando no te valoras lo suficiente, inconscientemente puedes saboteas aquello que podría confirmar lo contrario.
¿Cómo reconocerlo?
El autosabotaje es sutil. A veces se disfraza de lógica o prudencia. Otras veces, de “mala suerte”. Algunas señales son:
Postergar tareas importantes.
Estancarte justo cuando las cosas van bien.
Exigirte tanto que terminas agotada.
Empezar mil proyectos pero no terminar ninguno.
Tomar decisiones impulsivas que arruinan tu progreso.
Mantener relaciones o hábitos que sabes que te perjudican.
Cómo dejar de autosabotearte (sí, se puede)
1. Detecta tu patrón personal: El primer paso para cambiar cualquier comportamiento es tomar conciencia de él.
Piensa: ¿Cuándo sueles sabotearte? ¿Qué te dices? ¿Qué sientes justo antes de que ocurra ese sabotaje? Nombrarlo ya empieza a desactivarlo.
2. Cuestiona tus creencias: Muchas veces, el autosabotaje está alimentado por creencias limitantes que hemos aceptado sin cuestionar
¿De verdad no eres capaz? ¿O solo tienes miedo? Una creencia no es un hecho: es una interpretación.
3. Habla con tu parte saboteadora:
Imagina que es una versión de ti que solo quiere protegerte.
Pregúntale: “¿qué estás intentando evitar?” Escucharla con compasión reduce su poder.
4. Celebra los pequeños logros:
No esperes al gran éxito. Cada paso que das es una victoria. Esto refuerza tu confianza.
5. Busca apoyo si lo necesitas: A veces, trabajar en estos patrones puede ser difícil de hacer solo.
La terapia puede ayudarte a entender de dónde vienen esos patrones y a transformarlos desde la raíz.
Conclusión
El autosabotaje no es tu enemigo. En realidad, es una parte de ti que aprendió a sobrevivir, no a brillar. Pero hoy ya no necesitas esconderte ni frenarte. Mereces avanzar, disfrutar de la vida y tener éxito sin miedo, sin esa sombra que te dice que no puedes o que no es para ti.
¿Y si esta vez no te frenas? ¿Y si te das permiso para intentarlo de verdad con todo tu corazón?
En nuestro Centro de Psicología Psilex estaremos encantadas de acompañarte en este proceso de crecimiento y cambio. Si sientes que estas palabras resuenan contigo, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para apoyarte, para ayudarte a entender esa parte que te limita y a transformarla en una aliada que te impulse hacia adelante.
Recuerda: tú puedes lograrlo. La valentía de dar ese paso hacia tu bienestar y éxito está en tus manos.