Avda. de la Hispanidad, 17, 1ºB. 18320 – Santa Fe (GRANADA)

958 520 007

666 276 269

Tiempo de lectura: 9 minutos.

Entendiendo las emociones

 

aprender emocion

Una emoción es una experiencia interna multidimensional que se reproduce a nivel de pensamiento, de conducta y de manera fisiológica, es decir, las emociones impactan en nuestra mente, en nuestro cuerpo y en nuestro comportamiento.

Según el planteamiento de Wundt (1896), las emociones pueden representarse en estas tres dimensiones:

  • Agrado-desagrado
  • Tensión-relajación
  • Excitación-calma

Y las diferentes funciones de las emociones girarían en torno a estas 3, principalmente, según Reeve (1994):

  • Función adaptativa (poder asimilar y adecuarnos al ambiente o situaciones de la vida).
  • Función social (las emociones como comunicadoras e informadoras entre los seres humanos y los lazos sociales)
  • Función motivacional (hacía qué objetivos nos movemos dependiendo de la emoción).

Nuestro primer contacto con las emociones

Al nacer e ir creciendo, sentimos ciertas sensaciones que no sabemos cómo definir, y como mucho podemos llegar a detectar si lo que sentimos es agradable o desagradable y que alguien tiene que ayudarnos a hacer algo con eso que sentimos. Si por ejemplo, tenemos suerte de estar rodeados/as de personas que se lleven bien con sus emociones y conozcan su funcionamiento, nos ayudarán a regularnos de una mejor manera. Pero, a veces, las personas no tienen un lenguaje emocional bueno, o no han aprendido a manejar de manera satisfactoria ciertas emociones, entonces la historia con nuestras emociones se puede ver truncada.

Profundizando en las emociones

Cuando hemos aprendido a evitar, suprimir o intentar controlar las emociones, vamos a encontrar problemas para poder procesar la emoción, pero si nos vamos al otro extremo y permitimos que la emoción nos arrastre sin hacer nada con ella, vamos a encontrar los mismos problemas.

Cualquier estado emocional, por complejo que sea, nos está informando sobre algo de nosotros/as y lo que nos rodea y quiere dar un empujón a algún tipo de comportamiento que nos ayude a resolver algo importante. Igualmente, aunque la emoción sea desagradable, su función con respecto a nosotros y nosotras es positiva.

Y, por último, la manera en la que regulamos esa emoción, sea cual sea, tiene mucho que ver con nuestra historia y las relaciones interpersonales que hemos tenido y tenemos.

Algunos mecanismos de regulación qué podremos trabajar

  • Sentir demasiado, incluso hasta desbordarnos: A veces puede darse porque sintamos las emociones con una gran intensidad y otras porque nosotros/as mismas las estamos no regulando, de manera que alimentamos su intensidad. Como ayudarnos: es importante prestar atención a nuestros pensamientos, que pueden llegar a ser la gasolina para el fuego de nuestras emociones o el agua que aplaque la intensidad del incendio. También observar si lo que sentimos nos asusta, porque aquí tendríamos un doble problema: lo que sentimos, y el miedo a lo que sentimos. También podemos aprender a identificar si lo que nos desborda es una emoción en concreto que nos cuesta manejar.
  • No notar bien nuestras emociones: Al compararnos con otras personas, podemos notar que somos más distantes, fríos o poco afectivos, o que nos cuesta reaccionar ante las situaciones de la vida. Como ayudarnos: empezar a trabajar en el vocabulario de las emociones, reflexionar sobre lo que notamos en el cuerpo y lo que sentimos, etc.
  • Evitar las emociones: Cuando tratamos de apartar lo que sentimos, cambiar rápidamente de tema cuando algo nos resulta desagradable o incluso evitar a personas o situaciones que nos generan malestar. Como ayudarnos: aprender a mirar de frente estas emociones y ayudarnos a sentirlas de manera que nos beneficien en la vida.
  • Dar vueltas mentalmente a lo que sentimos: Esto es un mecanismo muy parecido a la lavadora, dar vueltas y sobrepensar sobe lo que estamos sintiendo, preguntarnos a nosotros/as mismas sobre el por qué sentimos esto, criticarnos, etc. Lo que ocasiona que poco a poco lo que sentimos se vaya haciendo cada vez más grande. Como ayudarnos: aprender a “mover” estos pensamientos hacia otro sitio que no nos haga daño.

Estos son algunos ejemplos de cómo se puede empezar a cambiar algunos mecanismos de regulación, pero ante todo es importante saber que no es un proceso fácil y que muchas veces va a necesitar del trabajo y acompañamiento de un profesional de la psicología, ya que muchos de estos mecanismos viciados llevan con nosotros muchos años y se han convertido en hábitos y rutinas automáticas.

¿Necesitas ayuda con ello? Contacta con Clínica de psicología Psilex, estamos aquí para ayudarte.