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“¿Por qué siempre tengo hambre?” “¿Qué me pasa?, sólo quiero comer cosas hipercalóricas y nunca me sacio” “Cuando me siento triste, abatido, sin ganas,…acabo en la nevera” “Llevo días con mucho estrés en el trabajo, no puedo dejar de comer chocolate, azúcar y cosas que sé no son buenas para mí en esa cantidad y frecuencia”

¿Alguna vez te has sentido así? Si tu respuesta es SÍ, te recomiendo que sigas leyendo este artículo sobre el hambre emocional.

hambre emocional

Tiempo de lectura: 7 minutos

Este artículo lo vamos a dedicar a hablar acerca del hambre emocional, es decir, a la ingesta de alimentos con el fin de aliviar el malestar generado por algunas emociones (ansiedad, tristeza, estrés, aburrimiento, etc.), seamos o no conscientes de ellas.

Alimentación y emociones

Vamos a centrarnos en describir qué es el hambre emocional o ingesta emocional y en cómo eliminarla para recuperar el control de nuestra alimentación, así como en conocer algunas características claves de una alimentación saludable.

Llevar a cabo una alimentación saludable no sólo influye en nuestra salud física sino también en nuestros estados de ánimo, gestión de problemas y conflictos, nuestra percepción, atención y memoria…

En la base de una ingesta emocional siempre hay emociones inadecuadamente reguladas que nos generan malestar.

Con intención de disminuir la presencia de estas emociones, de evitar tenerlas o de suprimirlas, comemos, de forma inconsciente, y aliviamos en un primer momento el malestar (al centrarnos en la comida) para seguidamente sentirnos peor por no haber sabido controlarnos, por si engordaré, y en consecuencia volver a comer para aliviarme.

Se convierte en un círculo vicioso del que a menudo nos cuesta salir.

Es por esto que se torna crucial saber manejar las emociones, pues ésta es la llave que abre la puerta del control de mi alimentación y mis impulsos, la que me permite tener más autocontrol y sentirme más eficaz y capaz, con más dominio sobre mí mismo, consiguiendo así mayor autoestima.

“No somos responsables de las emociones pero sí de lo que hacemos con las emociones”

Jorge Bucay.

Antecedentes del hambre emocional

¿Conoces cuando se produce hambre emocional? Principalmente sucede cuando:

  • No escucho a mis emociones.
  • No las atiendo.
  • Escapo de ellas, las evito, ignoro o las suprimo.
  • No sé cómo gestionar ni abordar mis emociones
  • No sé identificar mis emociones (¿qué es lo que me pasa?)

Tener un afrontamiento activo de los problemas y dificultades de la vida es necesario para una mejor adaptación al entorno, para tener mejor salud y bienestar y para ser más felices.

Por el contrario, el afrontamiento pasivo o evitativo produce más problemas, más dolor y sufrimiento y menos bienestar y felicidad. Este tipo de afrontamiento es que suele darse (en alguno de sus tipos) en el hambre emocional.

A través de la Terapia psicológica, podrá encontrar fórmulas activas de afrontamiento y manejo emocional con las que decir adiós a su hambre emocional y dar la bienvenida a una regulación emocional adecuada, con la que sentirnos más estables, seguros y más felices.

¿Cómo sé si es hambre real o hambre emocional?

Te damos algunas claves para distinguirlas:

  • HAMBRE REAL

– La sensación de hambre es gradual.
– Hambre abierta a lo que le ponga en el plato.
– Puede esperar un poco para ser saciada.
– Atención al comer.
– Las tripas dictan cuando parar.
– Nos sentimos bien al terminar de comer.

  • HAMBRE EMOCIONAL

– Se dispara de repente.
– Antojo específico, nada más puede saciarlo.
– Exige atenderla en ese momento preciso.
– Distracción al comer.
– Permite seguir comiendo aunque estemos saciados.
– Nos hace sentir culpables.

Con estas claves, podemos aprender a identificar de dónde procede mi sensación de hambre y en función de ello actuar de una u otra manera.

No podemos eliminar las emociones ni las experiencias negativas de nuestras vidas ya que éstas, muchas veces, vienen por sí solas; podemos aprender a gestionar mejor nuestras emociones para sacar el máximo partido y con el menor coste emocional, psicológico y físico posible.

“Lo que pensamos genera emociones, pero también lo que comemos”

El hambre emocional suele decirnos cosas como éstas:

– “Es viernes”
– «Me lo merezco” (usar la comida como premio o castigo)
– “Es para celebrar”
– “Así se me pasará”
– “Me lo gané”
– “Es fin de semana”
– “Nada más me hará sentir mejor”
– “Me lo debo”
– “Lo necesito”
– “Es día de fiesta”
– “Para que se me pase la tristeza”

Pero… ¿debemos siempre hacerle caso?

Para cuidar nuestras emociones es importante…

  • Llevar a cabo una alimentación saludable (5 comidas al día, un litro y medio de agua, dieta variada).
  • Aprender a alimentarnos con consciencia plena, mindfulness.
  • Hacer ejercicio físico, dejando a un lado el sedentarismo.
  • Tener una buena planificación del tiempo cuidando las diferentes áreas de la vida de la persona (red social y amistades, ocio y hobbies, familia, trabajo, pareja, crecimiento personal, deporte, descanso y sueño).
  • Desconectar tras el trabajo y conservar momentos de disfrute fuera de éste.
  • Expresión emocional. Daniel Goleman defiende que el autocontrol emocional no es equivalente a la represión de los sentimientos. La extinción de todo sentimiento espontáneo tiene un costo físico y mental. La gente que sofoca sus sentimientos —especialmente cuando son muy negativos— eleva su ritmo cardíaco, un signo de estrés que puede abocar a la hipertensión. La competencia emocional implica que las personas saben elegir cómo expresar los sentimientos.
  • Otras herramientas a utilizar para regular nuestras emociones se trabajan a nivel psicológico directamente con los profesionales a tal efecto. Para conocerlas, aprenderlas y emplearlas en el día a día, puede ponerse en contacto con las profesionales de Psilex.

“Existe una clara evidencia de que las personas emocionalmente desarrolladas, es decir, las personas que gobiernan adecuadamente sus sentimientos, y asimismo saben interpretar y relacionarse efectivamente con los sentimientos de los demás, disfrutan de una situación ventajosa en todos los dominios de la vida, desde el noviazgo y las relaciones íntimas hasta la comprensión de las reglas tácitas que gobiernan el éxito en el seno de una organización. Las personas que han desarrollado adecuadamente las habilidades emocionales suelen sentirse más satisfechas, son más eficaces y más capaces de dominar los hábitos mentales que determinan la productividad” 

D. Goleman.

¿Te sientes identificad@ con el contenido de este artículo? ¿Conoces a alguien que se encuentra en una situación de comer emocional?