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En nuestro artículo sobre el Síndrome de Alienación Parental o SAP, hacíamos un breve resumen sobre lo que supone este tipo de manipulación sobre los hijos y algunas características sobre las consecuencias del mismo y cómo podría identificar algunos síntomas.
Como ya comentamos anteriormente en ese artículo, el Síndrome de Alienación Parental es un trastorno caracterizado por el conjunto de síntomas consecuentes al proceso por el cual un/a progenitor/a transforman la conciencia de sus hijos con motivo de obstaculizar o destruir el vínculo con el otro progenitor.
Algunos estudios sobre Síndrome de Alienación Parental:
Este mismo problema ha sido abordado por diferentes vía, por ejemplo, Blush y Ross (1986) autores de un trabajo en el que describían algunas tipologías de padres que llevaban a cabo acusaciones falsas de abusos sexuales, ya definían el Síndrome SAID (Sexual Allegations In Divorce). Asímismo, en la construcción de recuerdos falsos sobre abusos sexuales, encontramos a Loftus (1994).
Erin Pizzay (1971) por su parte, definió como terrorismo familiar a las acciones patológicas que algunos familiares utilizan para someter al resto a sus deseos. Mencionar también a Turkat (1994), que describió el Síndrome de la Madre Maliciosa Asociado al Divorcio, para aquellas madres que hacen uso de la ley para castigar y acosar a la expareja para interferir en el régimen de visitas.
La separación: un momento de estrés emocional
El momento de la separación de una pareja o de un matrimonio con hijos es un momento de marcado estrés emocional y de un cambio de vida abrupto que conllevaría una amalgama de emociones, a menudo, contradictorias y que es habitual que en este proceso de separación se observen conductas incorrectas, por parte de ambos progenitores. Aunque algunos autores han afirmado que, en ocasiones, la influencia de los padres/madres puede ser inconsciente, es importante recalcar que todo ser humano, por muy herido que esté en su amor propio, o por más dolorosa que sea la situación por la que está pasando, con sentimientos quizá de abandono, soledad o rechazo, tiene la responsabilidad de evitar comentarios hirientes sobre su expareja en presencia de sus hijos/as. La diferencia está en que un progenitor alienador mantiene estas conductas vejatorias durante un buen período de tiempo prolongado, implicando a su hijo para que comparta estas conductas.
Motivaciones de un progenitor/a alienador:
A menudo la motivación es intentar desviar el foco de atención de un problema mayor, como, por ejemplo: consumo de drogas por parte del padre/madre alienadora, negligencias, etc. Otra de las razones más habituales son la culpa o la venganza, mayormente en separaciones dónde hay una parte que se ha sentido abandonada o traicionada por una infidelidad.
La sensación de dominio o control es otra de las razones o motivaciones; en una situación en la que el progenitor que utiliza la alienación tiene control sobre su hijo víctima de la alienación y también sobre su expareja. También es muy habitual que suceda este proceso de manipulación ante la pérdida de un proceso de custodia.
Se puede incluir también aquellas situaciones en las que la sensación de injusticia por el no reconocimiento de la maldad de uno de los progenitores crea la sensación de superioridad en el otro para intentar sabotear el período de visitas a cualquier precio.
En diversos estudios se ha observado que, en personas que utilizan la alienación, hay una clara tendencia a verse a sí mismos como personas que no causan problemas o no los tienen y que sienten que tienen que estar a la defensiva muy habitualmente. Es decir, que una persona con dicho perfil, puede desviar cualquier responsabilidad en el divorcio o problemas familiares, mostrándose a sí misma como una víctima de su expareja y una persona impecable.
La aparición de rasgos y comportamientos narcisistas también se han asociado a la probabilidad de no cooperar con la expareja, anteponiendo una vez hecho efectivo el divorcio, sus propias necesidades a las de su hijo/a.
Características en un progenitor SAP
Obviar las necesidades de la criatura, la incapacidad para gestionar el dolor y reconducir su vida, la tendencia a la victimización y falta de responsabilidad, así como la denigración del responsable del daño, es algo muy común en un padre o madre SAP.
Otros factores pueden ser: dificultad a la hora de superar o afrontar la ruptura, mantener algún tipo de relación, aunque conlleve conflicto, miedo a perder el amor de un hijo o el papel de principal cuidador y la incapacidad para diferenciar entre lo que el propio progenitor quiere y cuáles son las necesidades del niño/a.
Los mandatos sociales serían otro componente a tener en cuenta. Algunas creencias sobre la crianza y la relación de pareja o el amor romántico crean la expectativa de que una criatura debe ser el centro de todo su existir, con un componente de sacrificio sin límites. De ahí que les cueste pasar página o encontrar otra pareja y rehacer su vida, ya que su hijo/a se ha convertido en la causa de su existencia. Otra de esas creencias podría ser la percepción del hijo/a como posesión, como si fuera una parte extensible del propio sujeto, lo que justificaría cualquier acción que conllevara la defensa del niño.
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