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¿Habré aprobado el examen? ¿Estaré realmente enamorado/a?¿Me ascenderán en el trabajo? ¿Estaré enferma/o? ¿Me habré equivocando con esta decisión?…Debido a la situación actual de ambigüedad en la que nos encontramos inmersos, la incertidumbre se manifiesta en la mayor parte de nuestras situaciones cotidianas y en las distintas áreas de nuestra vida.
Existen personas cuyas conductas van encaminadas a ejercer control sobre todo lo que les rodea y, en general, hacia un elevado nivel de planificación sin darle cabida a la improvisación. Es comprensible desear tener certezas, tranquilidad y seguridad de prever el futuro de forma que estemos preparados para afrontarlo. No obstante, esto resulta insostenible pues no podemos negar la imprevisibilidad de la vida y que ésta supone un cambio constante.
El problema no reside en sentir incertidumbre y miedo sobre el devenir, sino en cómo gestionamos esta intensa emoción. Esta ausencia de seguridad por lo que trae el futuro viene acompañada en muchos casosde tristeza, ansiedad, enfado y miedo; todas relacionadas con nuestra capacidad de afrontamiento a un posible acontecimiento negativo.
Características de la incertidumbre:
A continuación, se recogen algunos signos que nos revelan una baja tolerancia a la incertidumbre:
- Preocupaciones excesivas: experimentas durante gran parte del tiempo ciertos pensamientos negativos sobre actos futuros que no se pueden controlar, además crees en la utilidad de este tipo de anticipaciones en las que visualizas los fallos que podrías cometer en lugar del aprendizaje que obtendrías de la situación.
- Conductas de evitación: Intentas evitar los problemas en la medida de lo posible, ya sea, posponiendo una toma de decisiones, inhibiendo tus opiniones por el rechazo que pueda causar en los demás (a pesar de considerar que tienes la razón) o evitando enfrentar un determinado problema hasta que finalmente “explota”.
- Excesivas quejas: Manifiestas en tu día a día numerosas quejas sobre la incontrolabilidad de los eventos, de forma que no sacas partido de las oportunidades que podría traer la novedad.
- En ciertas ocasiones, podrían aparecer síntomas de estrés o ansiedad debido a la ausencia de planificación sobre situaciones que podrían “escaparse” de control.
Claves para tolerar la incertidumbre
Podemos llevar a cabo ciertas actuaciones o adoptar una actitud que nos aleje de la necesidad de control que limita en múltiples sentidos nuestra vida:
- Identifica la emoción, obsérvala, normalízala, no luches contra ella. ¿Sientes miedo, ansiedad, frustración…? dónde se sitúa mi incertidumbre?¿en el pasado, el presente o el futuro? Gestiona la emoción de manera que, si sientes ansiedad, utiliza una técnica de relajación, detecta los pensamientos que puedan provocarla y pregúntate sobre su veracidad. Todo ello nos acercará a la toma de decisiones y la falta de certidumbre disminuirá.
- La vida es puro cambio, intenta ser flexible y espontáneo. Es por ello que debemos adentrarnos en pequeñas dosis a situaciones inciertas generadoras de sensaciones poco agradables (ir al cine sin saber qué película vas a ver, salir a caminar sin destino ni horarios…). De tal forma, obtendremos gradualmente más confianza y la conclusión de que no es tan negativo vivir esas situaciones, sino que el único control que podemos ejercer es sobre el presente.
- Trabaja sobre tu seguridad personal detectando y confiando en tus propios recursos de afrontamiento a la adversidad. Así disminuirá el temor al futuro pues encontrarás herramientas para la resolución de los conflictos.
- Objetividad: La clave está en adoptar un papel de “observador externo” que nos permita tomar una perspectiva lo más realista posible, revalorar las situaciones venideras y relativizar su importancia. Dentro de unos años, qué pensarías sobre esta situación? ¿Tendrían tus dudas sentido? ¿Qué preocupaciones son realmente importantes?
- Disminuye tu autoexigencia: algunas personas con baja tolerancia a la incertidumbre no han aprendido a relativizar la importancia de las cosas que les suceden. Esto unido a las conductas perfeccionistas les impide disfrutar de lo que les acontece en la vida que, en ocasiones será agradable o no, pero debemos aprender a mirarlo como una oportunidad para sacar a la luz nuevas capacidades.
- Acepta que la incertidumbre forma parte inexorable de la vida, ésta es incierta y no podemos ejercer un control total. A pesar de nuestro deseo de querer contemplar los distintos escenarios venideros y el temor al error, debemos entender que no sabremos del futuro hasta que ocurra y que nuestros esfuerzos deben encaminarse a vivir el presente. Por ello, debemos hacer balance tomando una decisión en función de nuestros conocimientos presentes y actuar bajo la “mejor intención”.
En definitiva, la intolerancia a la incertidumbre engloba la tendencia a evaluar el futuro y las situaciones ambiguas como inaceptables, amenazantes y fuera de control, independientemente de la probabilidad de que ocurran. Esto conduce a conductas disfuncionales y de evitación y respuestas cognitivas y emocionales de intenso malestar que interfieren en las distintas áreas de la vida de la persona. Está bien fijarse metas a medio largo plazo, pero no podemos olvidar que el único momento que existe es el presente y que es éste el que otorga significado a nuestra vida.
¿Te sientes identificado/a con la lectura? ¿Crees que las consecuencias de tu gestión de la incertidumbre están interfiriendo en tu vida? Contacta con Clínica de Psicología Psilex, estaremos encantadas de atenderte.