¿Qué es la ansiedad?
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La ansiedad es un estado emocional negativo que incluye sentimientos de inquietud, tensión, vigilancia, alarma, nerviosismo y aprensión hacia el futuro (Sandín et al., 2018).
Está presente en la mayoría de los trastornos tanto psicológicos como somáticos, siendo los trastornos de tipo ansiógeno el problema más frecuente dentro de los trastornos psiquiátricos. Los trastornos de tipo ansioso suelen presentarse a su vez tanto con trastornos depresivos como con otros trastornos de ansiedad (entre un 30%-80%).
Aunque esta emoción se percibe como una emoción negativa al estar asociada con sentimientos desagradables en la persona, es importante puntualizar que cumple una importante función adaptativa, ya que anticipa y nos alerta de posibles peligros o amenazas.
Se podría decir que esta emoción hace la función de alarma que nos avisa de la existencia de un fuego, de tal forma que si esta alarma no estuviera, entonces no seríamos conscientes de la amenaza real que supone el fuego.
En la actualidad existen diversidad de tratamientos eficaces para los Trastornos de tipo ansiógeno, situándose la Terapia cognitivo-conductual en primera línea de elección.
¿Qué síntomas presenta la ansiedad?
Cualquier tipo de emoción comprende 3 sistemas básicos de respuesta, sistemas que Peter Lang bautizó como “Triple sistema de respuesta” y que son el sistema Subjetivo o Cognitivo, el sistema Fisiológico o Somático, y el sistema Motor o Conductual. En consecuencia, si te preguntas si puedes estar sufriendo ansiedad, podrás identificarla prestando atención a los síntomas que se expresan mediante estos sistemas de respuesta.
Sistema Subjetivo o Cognitivo
Este sistema engloba los sentimientos y pensamientos que acompañan la ansiedad, de manera que es mediante este sistema que la percibimos y la evaluamos.
La experiencia interna subjetiva de esta emoción se expresa mediante un estado emocional que es similar al miedo, sintiendo la persona alarma, inquietud, preocupación, aprensión, obsesiones y pensamientos intrusivos entre otros síntomas.
Sistema Fisiológico o Somático
Este sistema engloba los cambios que la persona experimenta en su organismo al sufrir ansiedad, que se basan en un aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo. Los cambios experimentados pueden ser de tipo interno, externo, controlables e incontrolables:
- Cambios internos: Aceleración cardiaca, descenso de salivación, alteración respiratoria, etc.
- Cambios externos: Temblor, sudoración, palidez facial, aumento de la tensión muscular, etc.
- Cambios controlables: Agitación, respiración acelerada, etc.
- Cambios incontrolables: Palpitaciones, vómitos, temblores, etc.
Como se ha expuesto con anterioridad, estos cambios son necesarios para la supervivencia, dado que preparan al organismo para afrontar la amenaza percibida.
Sistema Motor o Conductual
Este último sistema comprende los componentes observables de la ansiedad, como son el huir de la situación temida o evitarla, la expresión facial o las posturas corporales entre otros componentes.
Conocer el Triple sistema de respuesta de Lang es fundamental a la hora tanto de evaluar como de abordar esta emoción. No obstante, es importante tener en cuenta que estos sistemas no siempre se encuentran en consonancia, pudiendo presentar diferentes niveles el uno del otro.
¿Cómo se trata la ansiedad?
En la actualidad, la Terapia Cognitivo Conductual es el tratamiento de elección para abordar los distintos trastornos de tipo ansiógeno, situándose en primera línea al ser el tratamiento más efectivo.
Esta terapia se encuentra enfocada al cambio de pensamientos que no están realizando su función de manera correcta. Al estar las distintas áreas de la ansiedad relacionadas, este cambio en los pensamientos se verá reflejado en otras áreas de este trastorno, lo que iniciará una cadena de cambios positivos que se ven estimulados los unos por los otros.
Debido a que esta emoción se experimenta de manera desagradable, las personas que la sufren suelen tender a evitarla en lugar de intentar gestionarla. Es precisamente esta evitación del problema lo que tiende a hacer que estos trastornos sean crónicos, de tal manera que aún cuando la terapia psicológica puede iniciarse en cualquier momento, se incide en la importancia de iniciarla lo antes posible.
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